24 de agosto de 2010

El Bernabéu sin Raúl

Hoy juega Raúl de nuevo ante su nueva afición en el Veltins-Arena y justo hoy vuelvo a pisar el Santiago Bernabéu después de este verano… tan diferente.

Normalmente a estas alturas de la temporada mis ganas de ir al Bernabéu de nuevo serían infinitas y un cosquilleo recorrería todo mi ser al saber que iba a estar otra vez nuestro capitán a nuestro lado para seguir levantando trofeos. Este año nuestro trofeo lo levantará otra persona, a poder ser, la misma que levantó hace poco más de un mes la Copa del Mundo.

Ese cosquilleo, que pensé que había desaparecido durante toda esta pretemporada, me he dado cuenta de que en realidad está muy lejos de aquí. Más o menos a unos 2.000 km de distancia… hasta llegar a Alemania. Allí donde Raúl va a jugar sus últimos años, allí donde se ha trasladado la magia del siete, allí donde el Schalke 04 busca hacerse grande en Europa, allí donde al parecer no faltan mineros… allí están ahora las mariposas de mi estómago. Cambio mil Trofeos Bernabéu por volverle a ver sólo una vez como le veía antes: desde las gradas del estadio. Tan cerca como para sentir su respiración, su aliento. Tan cerca como para que me salpicaran sus gritos de alegría cuando metía gol, tan cerca como para que me golpeara su fuerza, su furia. Así de cerca lo he tenido durante diez años, durante diez largas temporadas: con sus Ligas, sus Champions y sus Copas del Rey. Así de duro se me hace volver al estadio y saber que él no estará. (Aunque no tengo ninguna duda de que cuando vuelva a su casa/hotel después de jugar su partido con el Schalke 04, se las arreglará como sea para sintonizar desde Alemania el canal que televise a su Real Madrid)

Este año ir al Bernabéu será muy diferente para mí. Lo único que seguirá siendo igual es que no iré si no es con la camiseta de Raúl con el 7. Pero no podré gritar su nombre, no podré animarle sin parar, no podré perderme goles por estar mirando en que lugar del campo de encuentra, no podré ponerme de pie para ovacionarle, no podré saltar de alegría y señalar mi espalda cada vez que marca un gol.

Pero hoy (y cada vez que vuelvan a coincidir partidos del Schalke 04 y el Real Madrid) todo esto dará igual si antes de pisar el campo conozco el resultado del Schalke 04 - FC Köln y sé que uno de los goles del partido ha sido suyo. Entonces me dará igual lo que piense la gente de alrededor, porque volveré a gritar su nombre y volveré a señalarme su siete en mi espalda...

...al fin y al cabo este sigue siendo su estadio, ¿no?

1 comentario:

  1. Tantos Trofeos Santiago Bernabéu que ha jugado y no va a estar en el de hoy para homenajear los 50 años de esa Copa que él ganó en el 98. Suerte capitán!

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Marca un gol al más puro estilo Raúl, ¡venga, valiente!