¿Capaz o Incapaz?

Capaz de batir records. Capaz de marcar con la izquierda, con la derecha. De cabeza, vaselina, regate, desde el suelo y de rebote. Capaz de esquivar los defensas, salir del fuera de juego, sacar de medio campo, marcar penaltis. Capaz de hacer callar al Camp Nou y de dejar a millones de personas con la boca abierta con su aguanís. Capaz de ser aún más grande fuera del terreno de juego que dentro. Capaz de ilusionar a una afición. Capaz de sobrevivir a Suker, Mijatovic, Redondo, Karembeu, Makelele, Hierro, Morientes, Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham, Roberto Carlos, Michel Salgado, Cannavaro, Van Nistelrooy. Capaz de permanecer en el terreno de juego con entrenadores como Valdano, Arsenio Iglesias, Fabio Capello, Jupp Heynckes, Guus Hiddink, John Benjamin Toshack, Vicente del Bodque, Queiroz, Camacho, Mariano García Remón, Luxemburgo, Juan Ramón López Caro, chuster, Juande Ramos y Pellegrini. Capaz de besar a la Cibeles por todos los que celebramos los títulos del Real Madrid y de engalanarla con los colores del club, con los colores de Raúl (ella también te echa ya de menos, Raúl). Capaz de cerrar bocas y de hacerlo SIEMPRE. Capaz de dejar vacío el corazón blanco (e innumerables corazones más). Capaz de hacer llorar a millones de personas en todo el mundo en su despedida. Capaz de hacerme llorar a mí.

Pero Raúl no solamente es capaz. Raúl es capaz e incapaz. Incapaz de irse para siempre e incapaz de dejar de marcar goles allá donde vaya. Ya lo dijo Capello en 1999: "Raúl es un ganador nato, un patrimonio del Real Madrid". Pero yo diría más. Raúl es un patrimonio del fútbol español. 
¡Te esperamos aquí, Capitán!