
Hoy es momento de dejar que mis dedos vaguen por el teclado, haciendo lo que espero que sea una digna despedida para ti y para mí. Ya sé que la marcha de Raúl no es de hoy, sin embargo yo he intentando retrasar todo lo posible el momento de decirle adiós. Para mí el Real Madrid siempre ha sido Raúl, y Raúl el Real Madrid. Aprendí a disfrutar de este deporte gracias a él y mi Real Madrid, él que yo conozco de toda la vida, también se acaba con él. Su marcha supone el final de una etapa: en la vida de Raúl, en la historia del club blanco y en mi vida. Ya no podré esperar impaciente a que un gol suyo le de la victoria a mi equipo de siempre y eso es algo que todavía hoy me cuesta asimilar.
Al otro lado de mi tristeza, se encuentra mi alegría y ambas van de la mano, pues a pesar del dolor que sentí al ver que el momento que esperé que nunca llegase ocurría, no pude evitar sentirme feliz por él. ¿Por qué? Porque aunque tomar la decisión fue doloroso, también en el fondo sé que es lo mejor para él. Volverá a sentirse importante dentro del terreno de juego y cuando marque, una sonrisa se le dibujará en la cara y para mí no habrá mayor satisfacción que esa.
Esto no es un adiós, solo un hasta luego. ¡Buena suerte Capitán!
Pasan las semanas y no dejo de emocionarme todavía. Se hace difícil despedirse de alguien tan grande. Pensar que no volverá a vestir más la Blanca...
ResponderEliminarQue difícil se hace seguir adelante sin quien nos enseñó a caminar, correr y ganar. Gracias Rulo.
Totalmente identificada con el primer párrafo (y con el resto del texto también...) Bienvenida a este mundo(:
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