2 de julio de 2011

Historia de una bandera

El pasado 21 de mayo, a muchos, Raúl nos hacía muy, pero que muy felices. La Copa. Por fin la Copa. Raúl ganaba único de los títulos que se le había resistido en el Real Madrid en su primer año en Alemania. Pero ahí no acababa todo. El árbitro pitó el final y nuestro siempre siete se acordó de lo suyos, de su tierra. Vió una bandera de España en primera fila del Estadio y dijo: ésta es la mía. No era un bandera cualquiera, en ella Raúl y todo pudimos leer: Raúl eres el mejor, regálame tu camiseta y seré muy feliz.



Cumpliría su promesa, pero primero le tocaba disfrutar como un niño pequeño de su primer título alemán. Le vimos levantar la Copa, cantar y celebrarlo por todo lo alto con sus compañeros. Y le vimos llevar esa bandera de España orgulloso por cada rincón del césped. Cuando acabó la celebración, Raúl se acordó de su promesa. Y, a cambio de aquella bandera de la que todo pudimos disfrutar durante la celebración, Raúl le dio su camiseta. Y sí, aquella chica acabó siendo muy feliz. Al igual que todos los raulistas que vimos a nuestro capitán volver a levantar un título y nos dimos cuenta con gestos como estos que acertamos de pleno cuando elegimos a nuestro ídolo.


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Marca un gol al más puro estilo Raúl, ¡venga, valiente!