29 de octubre de 2012

El Raulismo cumple su mayoría de edad


Hoy hace 18 años que Raúl debutó en Primera División con el Real Madrid. Se despidió de la Liga en el mismo estadio, en la Romareda, tras 16 temporadas de goles, alegrías y sueños cumplidos.
Da igual que recordemos o no haber visto aquel partido en directo, es uno de esas cintas VHS que seguirán guardadas en mi casa hasta el final. Nunca es un mal día para llorar entre palomitas viendo empezar a aquel que, aún sin haber terminado, ya te lo ha dado TODO.
Esta siempre será una fecha especial, esté donde esté Raúl. En el Real Madrid le hemos visto levantar Ligas y Champions. Batir records y besarse el anillo infinidad de veces. Silenció al Camp Nou con un gol, calló bocas hasta el último día, se dejó el alma por su equipo y se despidió marcando un gol un minuto después de pedir el cambio. Siempre diré que lo único que le ha faltado hacer a Raúl dentro del campo ha sido lanzar un corner y también rematarlo.
Se marchó del Real Madrid con lágrimas en los ojos. En los suyos y en los míos, que veía en la grada del Bernabéu como estaban despidiendo a la mitad de mi vida. Raúl se iba y me dejaba huérfana de ídolo en el madridismo. Me dejaba sola para seguir aumentando su leyenda. Así que me sequé las lágrimas como hizo él y miré hacia delante. Pensé que aquellos autógrafos, esas camisetas firmadas, las fotos en el aeropuerto se habían acabado. Pero Alemania me trajo sus grandes sonrisas y dos grandes paradas: Valencia y Bilbao. Donde Raúl devolvió todo el cariño que llevaba dentro a personas que, como yo, dejó todo por estar una vez más a su lado.
Su paso por el Schalke 04 nos regaló más gestas del siete, finales soñadas de Champions, sietes que de nuevo eran señalados en su espalda. Una afición volcada con su SEÑOR. Mineros que recordarán al siete, al igual que los raulistas les recordaremos a ellos por cuidar y querer a nuestro ídolo como si fuera uno de los suyos.
Con otra temporada en la Champions en las manos, Raúl decidió poner punto y final al fútbol de la alta competición en vez de seguir aumentando sus números. Tras una gran despedida que aún me hace llorar, NUESTRO SIEMPRE SIETE ponía rumbo a Catar. Y me da igual Catar o el Polo Norte, soy y seré RAULISTA siempre. Me cuesta recordar momentos felices en los que no esté él. Porque mi mayor ilusión es ese 7 que lleva a la espalda, ese que sigue luciendo al lado del brazalete de capitán en el Al Sadd. Cada uno elige como terminar, y él ha decidido disfrutar de sus últimos goles apartado de los focos, rodeado por su familia y sintiendo el calor de los que de verdad seguimos a su lado pase lo que pase.
Ya han pasado 18 años desde la primera vez que Raúl salía del túnel de vestuarios para jugar con los grandes. El Raulismo que aquel día nacía y que tantos llevamos como bandera, hoy se hace mayor de edad. Pero tendrán que pasar muchísimos más para que no se recuerde a alguien que poco a poco ha ido grabando su nombre en todos los records, en lo más alto de todas las estadística. Algunos serán suyos muchos años más y aunque lleguen otros para escribir sus nombres, Raúl ya es una leyenda del fútbol y un mito del madridismo. Un ídolo para mí, para ti y para muchos.



Gracias por dar sentido a mis días. Gracias por cumplir mis sueños desde hace 18 años.

RAÚL GONZÁLEZ BLANCO

29-10-1994 / 29-10-2012

2 comentarios:

  1. Como siempre, nunca defraudas. Enhorabuena. El raulismo nos mantiene unidos ;) @EGB7

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  2. Que bonito Alma, que bien escribes y que bien expresas lo que muchas personas sentimos. Toda una vida con él, yo tenía 15 años cuando debutó.
    Gracias Alma de verdad, por transmitir tanto con tus palabras!

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Marca un gol al más puro estilo Raúl, ¡venga, valiente!